Cuando compramos mi casa actual teníamos el problema que no me gustaban los cerámicos de la cocina, eran de un diseño muy viejo. Me los aguanté hasta que un día: con servilleta de papel blanco hice tres capas sobre los cerámicos a tapar, entre cada capa cola vinílica con agua. Cuando se secó bien, le dí una mano de acrílico blanco, despues elegí el diseño que me gustaba de unas servilletas, los recorté, los pegué con cola, le pinté el fondo. Tapé así todos los cerámicos, pinté la pared de amarillo maíz y puse cortinas al tono.
Cuando todo estuvo bien seco le dí tres manos de barniz marino para poder lavarlos sin problema. Cuando me canse del diseño los saco con agua hirviendo y una espátula y hago otro.
0 comentarios:
Publicar un comentario